}, false);

Patricia Valli

Editora de Economía y 50y50 de Diario Perfil.

Empresaria. Torres Carbonell preside el encuentro de la ACDE. FOTO: CEDOC

“El Estado tiene que liderar pero si el empresario no puede trabajar, la sociedad sufre. Las empresas tienen que sobrevivr”, dice Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de Emprendedorismo del IAE y presidenta del Encuentro anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) que se llevará adelante el martes bajo el lema Emprender: Co-crear para reconstruir. “El punto central del evento es que la sociedad revalorice el rol del empresario ético, socialmente y ambientalmente responsable”, asegura en diálogo con PERFIL.

En el foro participarán el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lugones, el triunviro de la CGT, Héctor Daer y el secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación, Gustavo Beliz. El presidente Alberto Fernández fue invitado para el panel de cierre con el titular de ACDE, Gonzalo Tanoira.

El Papa Francisco bendijo el evento e instó a que “la actividad empresarial sea un ejercicio de misericordia, poniendo los propios medios al servicio del prójimo, trabajando con honestidad por el bien común y como agentes de la reconstrucción del tejido social”.

— ¿Cómo llegarán las empresas al final de la cuarentena?

— Que haya un 50% de población de la pobreza es una tragedia. Es un problema que venía de antes, pero hay inflación contenida por la emisión. La situación es complicada y eso nos puede llevar a entender que hay que hacer algo distinto. Muchas empresas van a cerrar y otras que van a tener que despedir o suspender personal. Y lo que queremos es buscar soluciones creativas para mitigar el impacto. Si a una empresa le va mejor, se pueden prestar recursos humanos de sectores a los que le va peor. Se pueden bajar sueldos con acuerdo de los sindicatos para que no haya que despedir. Esto no quita que va a haber cierres de empresas y despidos. Hay que ver cómo podemos contener a la gente.

—¿Qué incluye la agenda pospandemia?

—Nos preocupa el tema institucional. ACDE ya se pronunció en cuanto a su preocupación por la expropiación de Vicentin; necesitamos que vuelvan las SAS -sociedad anónima simplificadas- que eran excelentes para los microemprendores, con correcciones. Nos preocupa la ley de teletrabajo porque creemos que algunas normas van a complicar. Tiene que haber equilibrio. El tema impositivo es enorme y tiene que ver con una mirada de qué Estado queremos. Tenemos que lograr que la gente confíe en el sector privado.

— ¿Los preocupa el acuerdo por la deuda?

— Le pedimos al Gobierno que haga todos los esfuerzos para no caer en el default. Eso puede complicar a la Argentina para el acceso al crédito, a proyectos, mercados que no se abren.

— ¿Cómo se recupera la confianza en los empresarios?

— La confianza es estar frente al otro y saber que no va a dañarte aunque tenga la oportunidad. Es clave que los círculos de confianza se empiecen a ampliar. El empresario tiene que ser consciente que está en la mira, es un faro y tiene que ser responsable. Si no lo hace, perjudica a todo el tejido.

— Cómo pueden colaborar las empresas en la salida de la pobreza y la inclusión?

— La empresa es un ámbito donde hay varios niveles sociales y hay inclusión. El tema es cómo hacer que sea verdadera, que todos tengan la misma valoración. Pasa con todos los sectores sociales y también con la participación de la mujer. Los empresarios inteligentes quieren a las mujeres en los puestos directivos porque tienen mejor performance cuando hay mujeres en esos cargos. Esa mirada complementaria es mejor. Ojalá lleguemos a un momento donde se den cuenta que no se lo puede perder.